MI ENTREVISTA EN EL PERIÓDICO

CARBALLO

Internet es el escaparate de la pasión por la calceta

Calcetar me relaja, me acompaña, me tranquiliza, me evita pensar en problemas, hace que el tiempo pase volando...» Bastan dos minutos para darse cuenta de que la carballesa María José Facal Díaz es una auténtica apasionada de las agujas, la lana y demás materiales, con los que elabora auténticas virguerías de punto que muestra casi a diario en el blog que creo hace un año (lasagujasdemajose.blogspot.com.es). Le apasiona la calceta, asegura.

María José, que durante casi una década presidió la comisión de fiestas de San Xoán, aprendió a calcetar siendo muy pequeña. «Con cinco años era una revieja y ya lo hacía muy bien», cuenta. Le enseñó, recuerda con cariño, su madrina (y también tía materna), Estrella Díaz, «que tenía una paciencia infinita y me hacía ropita para las muñecas». María José aprendió muy bien la lección y todavía hoy, explica, utiliza las técnicas que le enseñó su madrina. Métodos tradicionales y también otros más modernos, que ha aprendido en Internet. Gracias a la Red se ha puesto en contacto con las responsables de otros blogs dedicados a las manualidades y también comparte trucos y dudas en foros especializados. «Internet es una maravilla y he conocido gente muy generosa, que no duda ni un instante en compartir patrones, técnicas y consejos», dice entre risas. A ella le ha servido para que su pasión, que empezó regalando, se haya convertido en algo másprofesional, ya que le han llegado encargos de muchos lugares de España.

«Ahora me atrevo con todos los proyectos que me piden y me encanta calcetar, pero la mayor satisfacción es cuando te llaman para decirte que les ha encantado lo que has hecho. Ese es un momento mágico», explica María José Facal, quien confiesa que fue hace 12 años cuando retomó en serio la calceta. «Fue gracias a dos personas muy importantes, Eduardo y María, a los que siento como mis sobrinos postizos. Estaban a punto de nacer cuando empecé de nuevo con las chaquetitas y las capotas», recuerda. Piezas preciosas que ahora elabora casi a diario y que cuelga en su blog -«mi escaparate», dice-, donde también puede verse el resultado de otros encargos, como las chaquetas de angora que le pidieron algunas novias. «La primera vez que me pidieron una pensé que no podría hacerla, pero Carlos y Sandra, de la mercería O Cestiño, donde compro las lanas, los botones y todo lo demás, me animaron muchísimo, así que gracias a ellos todo salió bien», añade agradecida.

Asegura que las manualidades vuelven a estar de moda y que cada vez son más las personas que se animan a adentrarse de nuevo en el mundo de la calceta, que para ella es «una auténtica terapia».